La cadena montañosa de Costa Rica forma un grupo independiente del
conjunto de montañas centroamericanas. Dotado de una inmensa diversidad de
especies y ecosistemas en sus bosques, puente y barrera entre las especies del
Nuevo Mundo, presenta un gran potencial atractivo para el turismo
ecológico que busca la observación de aves en su medio natural y el contacto
directo con otras especies, tanto de flora como de fauna. El sistema montañoso
costarricense se divide en dos unidades distintas, separadas en el centro del
país por el Valle Central (donde se localizan las ciudades de San José,
Alajuela y Heredia) y el Valle del Guarco, situado en la provincia de Cartago.
En este sistema montañoso se pueden identificar distintas sierras y una
cordillera. La Sierra Volcánica de Guanacaste donde se destacan los volcanes
Orosí, Miravalles, Tenorio, Arenal, el cual ofrece un espectáculo impresionante
con sus erupciones nocturnas, y Rincón de la Vieja, que presenta actividad
fumarólica y en sus faldas el lodo burbujea permanentemente. Además, se puede
llegar a la Laguna Arenal, con un área aproximada ("espejo de agua")
de 85 kilómetros cuadrados y que representa el lugar ideal para la práctica de
deportes acuáticos como "windsurf', esquí acuático, carrera de lanchas y
pesca. La Sierra Volcánica de Tilarán comprende los cerros de Abangares,
Aguacate y Cedral. En la Sierra Volcánica Central se hallan los volcanes Poás,
Barva e Irazú, los cuales son de fácil acceso y representan un valioso
patrimonio, tanto ecológico como natural. En la Cordillera de Talamanca se
destaca el cerro Chirripó, el pico más alto del país con 3.820 m que, por sus
características de topografía, suelo y clima, presenta una vegetación tipo
transición a páramo.
El relieve está formado por todos los elementos geográficos que existen
sobre la superficie de la tierra: llanuras, cordilleras, mesetas, valles,
cursos de los ríos, etc. Costa Rica tiene un sistema montañoso principal y
varios sistemas secundarios. El sistema principal de montañas corre en dirección
noreste-sureste, compuesto por una sola cordillera pero dividido en varias
secciones, que presentan diferencias entre sí, tanto por su origen geológico,
como por su forma. Este sistema principal de montañas, actúa como barrera
climática, sirve de línea divisoria de aguas, separando las tres vertientes
principales y las diferentes regiones de nuestro país, al mismo tiempo que
constituye el eje central sobre el cual se estructura el resto del territorio
nacional.